lunes, 14 de julio de 2008

Testigos de Jesús por el poder del Espíritu Santo


Sólo cuando se descubre a Jesús se cae en la cuenta: "¡Esto era lo que yo esperaba!". Y cuanto más amigos seamos de Jesús, tanto más podremos abrir el corazón a los demás, ser sus discípulos y misioneros para que también otros jóvenes sean realmente sus amigos, discípulos y misioneros suyos.

Este es el mandato misionero que nos ha dejado Jesús y nos recuerda el P. Benedicto XVI: “Vayan”, queridos jóvenes,
a los ambientes de vida, a las parroquias, a los barrios más difíciles, a los caminos. Anunciemos a Cristo, el Señor, esperanza del mundo. Porque el hombre, cuanto más se aleja de Dios, su Fuente, tanto más se extravía; la convivencia humana se hace difícil, y la sociedad se disgrega”.

1 comentario:

paulina dijo...
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